La apendicitis es una inflamación aguda del apéndice, un pequeño órgano con forma de bolsa en forma de dedo que se proyecta desde el colon en el lado inferior derecho del abdomen. A pesar de su tamaño modesto, la apendicitis puede desencadenar síntomas severos y, si no se trata a tiempo, puede llevar a complicaciones potencialmente mortales.
Aunque cualquiera puede tener apendicitis, lo más frecuente es que ocurra en personas entre los 10 y 30 años de edad.
Se trata de una de las cirugías abdominales más comunes en emergencias. El problema generalmente ocurre cuando tu apéndice se bloquea por heces fecales, un cuerpo extraño, un tumor e incluso un parásito en ocasiones menos frecuentes.
¿Cuáles son las señales de alerta de apendicitis?
Por lo general, el síntoma más común es el dolor en el abdomen o estómago. Por ejemplo, puedes sentir dolor que inicia cerca del ombligo y se mueve hacia abajo y hacia la derecha.
El dolor también puede empezar repentinamente y empeorar cuando te mueves, respiras profundamente, toses o estornudas. Este dolor suele ser muy intenso y sentirse diferente a otro dolor que hayas experimentado.
Es esencial que sepas que debes buscar ayuda médica, ya que la apendicitis puede complicarse tan solo en cuestión de horas. ¿Qué pasa si no recibes ayuda médica a tiempo?
Si la apendicitis no se trata rápidamente, tu apéndice podría reventar y propagar bacterias en tu abdomen. Esto significa que puede causar una infección bacteriana conocida como peritonitis (que podría poner en riesgo tu vida), obstrucción del intestino o incluso un absceso, que es la acumulación de pus. Así que lo ideal es recibir atención médica antes de que tu apéndice se haya roto, lo que requeriría mayor tiempo de recuperación.
Cuando llegues a urgencias
Al buscar ayuda médica lo primero que realizará el profesional de salud es realizar un examen físico. Si tienes apendicitis tu dolor aumentará cuando presionen sobre la parte inferior derecha de tu abdomen. Adicionalmente, se realizará un examen de sangre con frecuencia mostrará un conteo alto de glóbulos blancos junto a imágenes diagnósticas como una ecografía abdominal o una tomografía computarizada en algunas ocasiones.
Una vez confirmado el diagnóstico un cirujano extirpará tu apéndice. Sin embargo, si tienes un absceso, primero deberás ser tratado con antibióticos y, cuando la infección e inflamación hayan desaparecido, te extirparán el apéndice.
